No nos vamos a engañar, lo más destacable de esta camiseta es su talla, una 5XL, que hasta me parece justa teniendo en cuenta que Marjanovic alcanza los 224 centímetros, y aún pareciéndome corta es un camisetón, literalmente. Digo que es lo más destacable porque a pesar de ser una de las camis más elegantes que circula por la Euroliga (y complicada de conseguir), es también una de las más planas históricamente, no se caracteriza el conjunto ruso por excentricidades ni diseños atrevidos, es más, más allá de algún cambio de patrocinador su uniforme apenas ha variado. Quizás tenga que ver que el CSKA ha sido considerado siempre el equipo del ejercito del país, esa identificación militar también justifica su uso del rojo como color principal. En cuanto a los otros colores, desconozco el origen del blanco y el azul usado en sus equipaciones alternativas, en eso igual nos podría ayudar Nike, marca encargada de vestir al gigante ruso desde tiempos inmemoriales.
Asusta pensar en los 2,24 de Boban Marjanovic, pero no extrañan cuando a los catorce años ya alcanzaba los 2,09. La altura siempre ha sido el factor diferencial de Bobi en la pista, para bien y para mal, no hay otra forma de explicar que uno de los máximos anotador por posesiones en la NBA esté más tiempo en el banquillo que en pista, y es que en ataque es un auténtico abusón pero en defensa suele sufrir antes pívots móviles y tiradores. A pesar de su fisionomía gigantesca (mención especial a sus manos), el tipo es un bonachón, una de esas personas de las que te encantaría conocer por su sentido del humor, prueba de ello es la sintonía que tiene con las aficiones allá donde va, o la química que desarrolla con sus compañeros. Tan expandida está la BobanMania que el fenómeno ha llegado a Hollywood, los cinéfilos lo reconocerán fácilmente por su aparición en una de las entregas de John Wick, donde encarna un asesino opuesto a Keanu Reeves.
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