sábado, 14 de marzo de 2020

Palacio Congresos Ibiza - Catherine Scanlon


Estamos hartos de ver como multitud de proyectos acaban en la ruina por una mala gestión o un exceso de dependencia del dinero público, imaginad como puede repercutir la misma situación en el ámbito femenino. Lo pueden explicar bien desde Ibiza, un club que llegó a pelear con las más grandes hasta que dejó de recibir inyecciones económicas.  El Club Bàsquet Puig d'en Valls, nacido de un colegio público en el año 1995, tardaría solo siete años en anotar una canasta que suponía el ascenso a Liga Femenina, el máximo nivel. En esos años de bonanza, una de las futuras estrellas de la selección comenzaba su carrera en Ibiza, Sancho Lyttle. Durante toda la trayectoria del club, el rojo y el blanco fueron los colores principales y el diseño de la camiseta apenas varió, esta que veis en pantalla pertenece a la temporada 2011-12, última en la cumbre. Tras el descalabro financiero, se dedicaron al baloncesto de formación y la promoción del baloncesto femenino. 

No es Diana Taurasi, pero Catherine Scanlon llegó al Palacio Congresos Ibiza con vitola de estrella tras destacar con el Avilés en los playoffs de Liga Femenina 2. Catherine tiene una carrera movidita, salida de la universidad de Drexel Dragons en Philadelphia, jugó en Luxemburgo y en Australia (allí logró el MVP de la competición) antes de aterrizar en España. Las cosas comenzaron bien en Avilés, deslumbró en la fase decisiva de la temporada y captó la atención del proyecto ibicenco, sin embargo la cosa se torció cuando dejó de llegar el dinero al club y tuvo que dejar el equipo en dirección a Rumanía. Su carrera terminó justo ahí, quizás por las insuficiencias económicas del baloncesto femenino, aunque no se desligó del deporte ya que volvió a su universidad como entrenadora asistente. Más tarde se pasó al sector empresarial con una empresa dedicada a optimizar los sistemas y estrategias cotidianas de un equipo deportivo profesional.



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