La Universidad de Nevada Las Vegas, UNLV de ahora en adelante, es uno de los programas universitarios más reconocidos de Estados Unidos. En baloncesto el máximo exponente es el torneo ganado en 1990, al cual rinde homenaje Nike en la camiseta que veis en la imagen. El triunfo de los Runnin' Rebels dio paso a una retirada de camisetas del roster campeón, entre las que se incluye el 4 de Larry Johnson. Además, el éxito en la final four dotó de más sentido al nickname de Runnin' Rebels que usaban los de Nevada, y que se refería a un levantamiento (deportivamente hablando) contra la universidad de Reno, la gran rival en su estado. En cambio, los colores, que por norma son seña de identidad de los equipos, no tienen ningún motivo aparente, simplemente se escogieron dos y desde entonces han sido fieles en sus equipaciones, usando desde sus inicios el rojo escarlata y el gris, aunque de vez en cuando también han usado el blanco de forma complementaria.
Si os preguntaran quién vendía más camis en la época de los noventa, la mayoría me diríais que Michael Jordan, y tendríais razón, pero hubo una época en la que Larry Johnson fue más aclamado que Sir Airness. No contento con eso, Grandmama fue también el protagonista de la primera edición de Slam, e incluso llegó a firmar el contrato más lucrativo de la liga en su época. Y no es que lo desmereciera, llegó como leyenda universitaria y lo refrendó en Charlotte alcanzando un nivel estelar, sin embargo poco duró la alegría, ya que tuvo que retirarse tras diez años de carrera debido a problemas de espalda. En ese período le dio tiempo a conquistar un oro con el Dream Team II (y la plata en la final de Bormio 87) participar en el concurso de mates, y le sobró tiempo para dedicarse al mundo televisivo: papeles en películas como Space Jam o Eddie, anuncios, apariciones con Steve Urkel... Y paradójicamente, con todo ese currículo, en 2015 se declaró en bancarrota, aunque uno quizás lo entiende cuando ha de mantener a cinco hijos de cuatro mujeres distintas.
Si os preguntaran quién vendía más camis en la época de los noventa, la mayoría me diríais que Michael Jordan, y tendríais razón, pero hubo una época en la que Larry Johnson fue más aclamado que Sir Airness. No contento con eso, Grandmama fue también el protagonista de la primera edición de Slam, e incluso llegó a firmar el contrato más lucrativo de la liga en su época. Y no es que lo desmereciera, llegó como leyenda universitaria y lo refrendó en Charlotte alcanzando un nivel estelar, sin embargo poco duró la alegría, ya que tuvo que retirarse tras diez años de carrera debido a problemas de espalda. En ese período le dio tiempo a conquistar un oro con el Dream Team II (y la plata en la final de Bormio 87) participar en el concurso de mates, y le sobró tiempo para dedicarse al mundo televisivo: papeles en películas como Space Jam o Eddie, anuncios, apariciones con Steve Urkel... Y paradójicamente, con todo ese currículo, en 2015 se declaró en bancarrota, aunque uno quizás lo entiende cuando ha de mantener a cinco hijos de cuatro mujeres distintas.
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