A veces el valor de una camiseta reside en la historia del club y su jugador, este sería uno de los casos. Cierto que tanto el jugador como el equipo son grandes desconocidos para el gran público, el Istanbul BB es otro club multidisciplinar turco de corta vida en su sección de baloncesto. Creado en el 2000, tuvo que cesar su actividad en 2019 tras alcanzar la máxima división en 2014 por primera vez en su historia, su mayor éxito en esos cinco años ha sido mantenerse y luchar por no descender. Sin embargo, lo que han logrado deportivamente no han podido conseguirlo financieramente, por lo que la camiseta que veis en pantalla es la última de su corta historia, perteneciente a la temporada 2018-19. El club debe sus colores al logo del Municipio Metropolitano de Estambul, una institución pública encargada de realizar trabajos municipales en la ciudad y que tiene como símbolo el skyline histórico de la ciudad con varios de los monumentos enclavados en Las Siete Colinas.
Si la historia del club es corta, no sabría cómo denominar el periplo de Shevon Thompson en Estambul, firmó por el club en agosto y en noviembre abandonó la ciudad, en total fueron cuatro partidos de liga. El jugador jamaicano tuvo un inicio tardío en el baloncesto, no fue hasta el instituto que fue descubierto por su altura, por aquel entonces Shevon jugaba a fútbol en su país natal. Aunque la mejoría fue palpable y fue ascendiendo entre tres college hasta llegar a George Mason, no atrajo suficiente atención como para salir drafteado, así que pasó sus dos primeros años como profesional en la G-League de la mano de Erie Bayhawks y Raptors 905. Sin embargo la llegada de la gran liga no se produjo así que hizo las maletas dirección a Europa, como ya hemos dicho en Istanbul fue un visto y no visto, volvió a la G-League con Wisconsin Herd pero no cejó en su intento de triunfar en Europa. Ahora disfruta de buenos minutos en Oostende con la vista puesta en la NBA.
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