Brose nació hace 112 años, en 1908, pero no hablo del club sino de la empresa, porque Brose es una compañía proveedora de material automovilístico. La llegada en 2006 de Brose como patrocinador principal, y más tarde como mayor accionista al GHP Bamberg, fue toda una revolución para el club, y desde entonces no han parado de escalar en el panorama alemán y europeo, al menos hasta el resurgimiento del Bayern de Munich. Tal era el dominio de Bamberg que despertó un furor desmedido, apodando a la ciudad como Freak City. Durante los últimos años han bajado un poco sus perspectivas, aún así siguen siendo uno de los principales candidatos al título germano. Por contra, sus camisetas han ido mejorando con el paso del tiempo, esta pertenece a la temporada 2018-19, la primera que disputaban en FIBA Champions League tras tener que rebajar sus expectativas competitivas por los recortes presupuestarios que casi hacen salir a Brose del club.
Es curioso como investigando descubres que varias de las estrellas que actualmente pululan por las ligas europeas habían compartido equipo en épocas universitarias. Es el caso del georgiano estadounidense Ricky Hickman, que fue uno de los líderes del college UNC Greensboro junto a Kyle Hines. Ambos eran las caras visibles de la universidad que vivía a la sombra de los Tar Heels, quizás por eso no fueron drafteados y tuvieron que hacer las maletas hacia Europa, aunque Ricky tuvo un camino más difícil que Kyle. Su andadura comenzó en ligas como la rumana, segunda alemana y finesa, pero fue su llegada a Maccabi Tel Aviv la que le proporcionó el prestigio que se merecía. Con los hebreos se convirtió en campeón de la Euroliga siendo uno de los mejores jugadores del clan yankee que formaba junto a Rice o Devin Smith y que dominó al Real Madrid. Salió en dirección al Fenerbahce pero una lesión truncó su trayectoria e inició su declive.
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