Coleccionar en muchas ocasiones te da la oportunidad de colaborar con distintas causas sociales, y una de las que más me enorgullece es la que promovió en 2018 el Carramimbre Valladolid, la lucha contra el cáncer de mama que se reivindica el 19 de octubre. El club vallisoletano promovió varias acciones solidarias para dar visibilidad a la lucha de las mujeres, como dar quinientas camisetas homenaje a las primeras mujeres que accedieran al estadio en el partido contra el Real Betis, además 5€ de cada entrada vendida iría destinada a la AECC. Pero la acción más visible fue el cambio de indumentaria, aprovechando la visita del líder de la competición, las ardillas cambiaron el color carmesí por el rosa, símbolo de la lucha. Esas equipaciones posteriormente serían donadas a la AECC de Valladolid para que fueran subastadas en beneficio de la causa, y por lo que me consta todas fueron vendidas. Tal fue el éxito que el club volvió a repetir la iniciativa en 2019.
Uno escucha el nombre de Óscar Alvarado y piensa que estamos hablando de unos los veteranos de la LEB Oro, pero nada más lejos de la realidad, con veintinueve años recién cumplidos todavía tiene cuerda para rato y el objetivo de alcanzar la ACB, otra vez. Antes de llegar a su paso ACB hay que repasar su trayectoria, fue una de las perlas de la cantera del Granca años atrás, MVP de la final del campeonato cadete de 2007, poco a poco fue escalando divisiones hasta poder cumplir su sueño de debutar en la ACB con el equipo isleño. El éxito fue agridulce porque no consiguió establecerse en la máxima categoría, alternando varios partidos con los mayores y el equipo de LEB Oro. Finalmente decidió dar un paso atrás para coger impulso en la segunda división, y no le ha ido mal, ha terminado la temporada como uno de los máximos asistentes de la liga. Comienza ahora su andadura en el TAU Castelló (donde ya jugó su hermano), quién sabe si será el billete de vuelta a la ACB.
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