8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Allá por la temporada 2017-18 el Montakit Fuenlabrada decidió honrar uno de los días más señalados del calendario con una camiseta que pretende dar soporte a la causa. Para ello se cambiaron al morado por primera vez en su historia, y añadieron a la prenda un mensaje conciso y reivindicativo: Montakit por la igualdad. Por si fuera poca promoción, el partido que coincidía ese fin de semana era contra Movistar Estudiantes, uno de los derbis madrileños. No es la primera vez que vemos al conjunto madrileño cambiar de color de piel, últimamente nos tienen acostumbrados con diversas iniciativas solidarias, casualmente ese año dejaban atrás el naranja vestido los doce años anteriores, para dejar paso al rojo. Otro detalle significativo de ese año fue cumplir veinte años en la máxima categoría, como homenaje a la afición se estamparon los nombres de todos los socios a lo largo y ancho de la camiseta.
A veces pienso que Fuenlabrada en lugar de tener esa conexión balcánica a través de Partizan, la tuvo con algún equipo letón, eso explicaría la cantidad de jugadores que han llegado del país báltico en los últimos años: Valters, Berzins, Vitols y Smits. Roland llegó a Fuenlabrada en 2011 para incorporarse a su equipo vinculado, tras eso y dos cesiones muy productivas (ascenso incluido), el letón se incorporó a la disciplina ACB. En la máxima categoría comenzó a despuntar por su versatilidad y explosividad, llegaron premios que presagiaban su potencial: elegido mejor quinteto joven ACB y mejor jugador joven de la Eurocup. Tras llamar la atención de varios equipos, el Barça se hizo con sus servicios, dejándolo cedido un año más. En Can Barça se ha estancado su progresión debido a la competencia en su puesto, aún así su predisposición es indiscutible, a pesar de las pocas oportunidades cada vez que sale levanta a los asistentes del Palau con su energía.
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