En la temporada 2013-14 se cumplió el vigésimo quinto aniversario del club en ACB, por lo que se presentaba como un año de renovación y cambios estructurales en el Cajasol de Sevilla. Uno de los más importantes fue la nueva piel que vistieron los jugadores cajistas, porque tras varios años cambiando de colores, los sevillanos volvieron al rojo y verde que usaba allá por los noventa el mítico Caja San Fernando, el regreso de ambos colores fue gracias a los socios que votaron en una encuesta promovida para el club. El rojo y verde representaban al Sevilla y al Betis bajo un mismo club de baloncesto, y la intención era que fuera así por mucho tiempo, sin embargo la entrada del Betis el pasado curso introdujo el verdiblanco como tono principal. No solo estrenaban colores esa temporada, además se finiquitó la relación con Hummel en favor de Spalding, que desde entonces, y a pesar de la entrada de Betis y Energia Plus, no ha dejado de ser la marca encargada de vestir al club andaluz.
El hombre de moda en la NBA, con permiso de Anteto, se formó en las categorías inferiores del Caja, que confió en él a pesar de su anemia, a donde llegó con 15 años proveniente de su Letonia natal. De la mano de Aíto su carrera evolucionó a pasos agigantados, poco hace de esos partidos en Eurocup en los que ya asombraba su potencial, paradójicamente más lejos parecen quedar los posteriores silbidos que tuvo que aguantar la noche del draft. No hay duda de que la ciudad de Nueva York está ahora a los pies del primer unicornio de la liga, un tipo de 220 cm capaz de poner el balón en el suelo como si fuera un base, armar el brazo con la rapidez de un escolta, además de sus tareas de pivot, mención especial a sus putbacks. Ya el año pasado su número 6 vendió más camisetas que el otrora ídolo neoyorkino, Carmelo Anthony, un dorsal que luce en honor a su hermano mayor Janis que también se dedicó profesionalmente al baloncesto en Europa, como también hicieron su madre y su padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario