Hay camis fugaces y luego tenemos la de Clay Tucker en Valencia, la tengo catalogada como match worn pero obviamente de worn tiene poco. Eso sí, de match tiene mucho porque es la camiseta que tenía el mismo Clay preparada por el club para jugar en la Eurocup. Tan exclusiva es que cuando se presentó la prenda el jugador ya había volado de Valencia, es más, fue presentado con el diseño del año anterior. El americano perdió la oportunidad de vestir una de las "camisetas que hablan", título de la campaña que ideó el club taronja para promover la nueva piel de los jugadores en la temporada 2012-13. El motivo para el nombre era que las camisetas hablaban literalmente, tan solo había que pasarles una app que leyera código QR y automáticamente recibías en tu dispositivo un vídeo del jugador del que habías comprado la camiseta, ese mensaje además reforzaba el eslogan del club en los últimos años: Cultura del esfuerzo. En Valencia cuidan los detalles, hay que reconocerlo.
Clay Tucker es otro producto americano que no encontró cabida en la NBA después de salir del college y no ser drafteado. No sería por no intentarlo, sus primeros años transcurrieron por ligas menores en su país natal, ABA, WBA Y D-League, dejó especial recuerdo en esta última anotando cincuenta y un puntos en su All Star. Su llegada a Europa tampoco fue un camino de rosas, Suecia y Grecia fueron sus primeras aventuras, pero no fue hasta su llegada a Teramo que pudo demostrar su nivel, allí logró ser el máximo anotador de la Lega en 2008. Su temporada en Italia fue el trampolín para clubs de mayor nivel como Valencia, Real Madrid o Roma. En España dejó un grato recuerdo, obviando su paso por Valencia, en plazas como Badalona y Sevilla, dejando actuaciones para memorables como el MVP de la jornada logrado ante Valencia. Tras su sonada espantada pasó unos años en Turquía a muy buen nivel y terminó su carrera en equipos de Puerto Rico y Argentina.
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