La grandeza de los Knickerbockers es indiscutible, una de las tres camisetas más reconocibles de la NBA junto a la de Celtics y Lakers, habiendo ganado quince títulos menos, es más, tan solo tienen dos campeonatos, logrados en 1970 y 1973. No es de extrañar que en una de las Hardwood Classic Nights de Reebok celebradas a principios de los 2000 decidieran rescatar la camiseta de aquella época gloriosa para Nueva York. Concretamente la de la temporada 1972-73, la del segundo título, y que estuvo vigente entre 1968 y 1978, aunque la de los Knicks es una camiseta atemporal, bien podríamos decir que Frazier, Ewing y Porzingis han vestido la misma indumentaria a pesar de vivir distintas épocas. Tiene un motivo, ser fiel a los colores de la ciudad neoyorkina, adoptados en su origen por ser los colores de Nueva Ámsterdam, asentamiento de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales y que sería el germen de la ciudad de los rascacielos.
Reebok tenía donde escoger en la plantilla Knick del 73: Phil Jackson, un candidato a POTUS, Willis Reed, Monroe, el padre de Mike Bibby... pero entre todo ese elenco quien brillaba era Walt Frazier, también conocido como Clyde Frazier, fue todo un icono para la ciudad de NY. En sus inicios pudo dedicarse al baseball o al football pero el tema racial todavía está latente en esos deportes y decidió dedicarse al baloncesto. Echando un vistazo a su carrera hizo lo correcto: dos títulos, siete All Star, siete veces en el equipo defensivo, MVP del All Star, camiseta retirada, Hall of Fame... Más allá de su palmarés, fue una de las primeras estrellas a nivel mediático de la liga, siendo el primer jugador que tuvo una signature shoe convirtiéndose en un icono fashion de los 70. Tras dejar las pistas acosado por varias lesiones, fue a retirarse con su barco a las Islas Vírgenes pero el huracán Hugo arrasó su casa y tuvo que volver a NY, ahora es uno de los comentaristas más famosos de la liga.
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