Estoy seguro de que la camiseta usada en la temporada 2018-19 será una de las más recordadas por la afición de la Penya en el futuro. Primero por el cambio de deriva, tras un año en el que casi desaparecen por problemas económicos, los verdinegros finalizaron la temporada alcanzando los playoffs y habiendo disputado una Copa del Rey en la que estuvieron sensacionales. En segundo lugar por ser una de los diseños que más furor causó entre los aficionados de la ACB, prueba de ello fue la presentación de las nuevas prendas, y es que desde el club se decidió mostrarlas al público durante un entrenamiento a puertas abiertas con más de un millar de aficionados presentes, dejando a los más pequeños invadir la pista al finalizar la sesión para poder fotografiarse con sus ídolos. En cuanto a la camiseta, tras "olvidar" el negro el año anterior, se recuperaba el verdinegro con un degradado en rayas que encandiló desde el primer momento, incluido a mí.
Gracias a Campazzo, el sempiterno Luis Scola, Deck y Nico Laprovittola, la retirada de la Generación Dorada apenas se está notando en Argentina. Nico, debutó a los diecisiete en la liga nacional, pero a diferencia de sus compatriotas comenzó a hacerse un nombre en el Flamengo conquistando varios campeonatos, incluido una Intercontinental vs Maccabi en la que fue nombrado MVP. Atrajó la atención de Europa, primero en Rytas y luego en el Estu, y de repente apareció la NBA, que no fue una etapa triunfal pero pudo disfrutar de la filosofía Spur, además de compartir cancha con Ginobili y Garino. Lo que debería haber sido un impulso a su carrera supuso un infierno para el argentino, un paso discreto por Vitoria y un calvario en el Zenit, donde llegó a estar entrenando con juveniles. Hasta que apareció el Joventut, Lapro hizo una temporada descomunal que le valió el MVP, recibido de mano de su padre y madre, otrora candidata a la presidencia argentina.
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