Pocos clubs más activos hay a nivel nacional en el panorama de las camisetas, el COB no pierde nunca la ocasión de estrenar equipación, y no es para menos, porque sabiendo que tienes detrás el diseño de 34ers, es una apuesta segura. Temporada 2018-19, los gallegos lograron un inesperado pero merecido billete para la F4 de LEB, y obviamente decidieron estrenar una nueva piel. A petición de la plantilla, que tenía la convicción de lograr la victoria cada vez que estrenaban ropa, 34ers creó una equipación llena de referencias. Lo primero, era vestir los colores identitarios del club y que tanto reclamaba la afición, el amarillo y el azul; después se introdujeron elementos de la ciudad como la silueta que dibuja el río Miño cruzando la camiseta de la misma forma que cruza por Ourense, otros símbolos como los lobos cobistas y el puente se añadieron a los pantalones. La azul no se llegó a vestir al quedar eliminados, pero la de la foto era la preparada para Pluta en caso de llegar a la final.
Andrzej Mateusz Pluta, una de las grandes promesas del baloncesto polaco, no confundir con el padre de la criatura, Andrzej Pluta, estrella de la liga polaca con más de doce presencias en el All Star del país y un MVP de la competición. Andrzej hijo se formó en Wlocawek, club donde se retiró Andrzej padre, llegó a España de la mano de Estudiantes en categoría cadete junto a su hermano Michal, menor que él y también considerado promesa. Tras un año ambos ficharían por el Coosur Betis, Andrzej sería el jugador más joven en debutar con la entidad sevillana, y el octavo más joven de la historia en la Liga Endesa, sin embargo, al año siguiente no tuvo los minutos necesarios para progresar y ambas partes acordaron una cesión a Ourense a mitad de temporada. La cosa funcionó y el acuerdo se prorrogó para la temporada actual con el objetivo de que el jugador siguiera progresando, y además pudiera contribuir al rendimiento del COB.
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