Eslovenia - Jaka Daneu

No cambian las selecciones sus diseños en pleno 2020, lo iban a hacer en los noventa... Concretamente para finales de década, Eslovenia se presentaba en Francia a su cuarto Eurobasket desde su independencia de Yugoslavia. La camiseta era prácticamente igual que la utilizada en el anterior torneo en 1997. Del porqué visten el color verde, que no se corresponde con su bandera, ya hemos hablado aquí, lo único singular que tiene la camiseta es el logo de la propia federación, por aquella época todavía no se añadía el logo de la FIBA así que la mayoría de los países añadían el suyo propio. El diseño se mantendría también para la siguiente cita en 2001, no sería hasta 2003 que modificarían la prenda, el cambio vino asociado obviamente a un cambio de proveedor, Nike dejaría su hueco a Spalding que aguantaría hasta el 2015. Lo único que ha sido atemporal a esta vorágine de cambios ha sido patrocinador Iskra, que los acompañó durante más de una década.

No es el primer jugador que tiene que cargar con el legado de su padre, pero la sombra de Ivo Daneu es una de las más largas del continente. Su hijo Jaka nunca llegó a igualar su carrera, y aunque tuvo una carrera más bien corta, fue un miembro valioso para la generación eslovena de los noventa. Corta porque tuvo que retirarse al poco de cumplir los treinta por problemas con la espalda, a pesar de eso, puede presumir de ocho ligas eslovenas consecutivas, siete copas y una copa Saporta, también estuvo presente en la histórica clasificación del Olimpia en la F4 de 1997 con los Milic, Mcdonald, Nesterovic y Stepania. También tuvo tiempo de jugar cuatro europeos con la selección, los cuatro primeros del país, casi cinco pero solo participó en la clasificación de 2001. Tras abandonar las pistas, probó con los banquillos como asistente de la mano de Olimpia y con la televisión como comentarista, aunque finalmente se desligó de cualquier actividad relacionada.