Para la temporada 2017-18, la afición del Real Betis Energia Plus todavía se estaba aclimatando al traumático cambio de colores béticos, en el plano deportivo la cosa no había ido mucho mejor, y ese año acabaría yéndose todo el garete, o LEB mejor dicho. Era el último año de Spalding antes de la llegada de Kappa, y además coincidía con el treinta aniversario del club, por lo que la firma alemana añadió el logo del antiguo Caja San Fernando en el pantalón de la nueva indumentaria, además de estrenar una bonita camiseta retro en homenaje para los mil partidos de la entidad sevillana. En cambio, para la nueva camiseta titular no hubo muchas novedades, se añadieron un par de franjas verdiblancas con respecto a la de la temporada 2016-17 y el verde cubrió casi por completo la parte trasera sustituyendo al blanco. Lo que sí cambiaría sería la segunda equipación, que al contrario que la parte trasera de la titular, pasaba de ser verde a blanca en su totalidad.
La carrera de Ryan Kelly ha ido de más a menos. Podríamos decir que alcanzó su punto álgido en high school, en Raleigh tiene todos los récords habidos y por haber, trayectoria premiada con un billete para el McDonald's All Star, donde ganó el concurso de triples. Un cuatro tirador de 2,11, eso captó la atención de Duke, que lo reclutó para su programa. No fue una de sus grandes estrellas, pero se llevó un campeonato en su primer año y la curiosa experiencia de jugar con tres hermanos diferentes, los Plumlee. Entró por los pelos al draft y cayó en unos Lakers que estaban atravesando una época por el desierto y justos de talento, aún así no logró asentarse y tras varias idas y venidas a la D-League hizo las maletas dirección Atlanta. Pero tampoco funcionó, así que probó la aventura europea de la mano del Betis, donde a nivel individual cumplió pero el equipo descendió. Se marchó a Japón, en los Sun Rockers forma dúo interior junto a Sebas Saiz, a la espera de una llamada NBA.
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