Corría la temporada 2011-12 cuando el Baskonia marcó un antes y un después en sus camisetas, ese año dejó de vestir el blanco que venía usando hacía varias temporadas y trajo de vuelta las rayas blaugranas para la primera equipación, que no se vestían desde 2003 en un partido homenaje disputado contra Lucentum. Para su segunda vestimenta quisieron hacer un guiño a su patrocinador, Caja Laboral, utilizando el color magenta (uno de los colores del banco) para cubrir por completo la camiseta. Sin embargo la jugada no acabó de salir como querían los vitorianos, ya que ambas equipaciones tenían tonalidades similares y eso impedía al conjunto vasco distinguirse de equipos rivales, así que se vieron obligados a recuperar las defenestradas camisetas blancas del año anterior para evitar mayores problemas. Como curiosidad, añadir que éstas fueron las últimas prendas Li-Ning usadas por Baskonia antes de la famosa quiebra de la filial china. Y si queréis más info, un tesoro.
A veces las desgracias se convierten en oportunidades, como ocurrió en el caso de Goran Dragic, al que una lesión le obligó a abandonar el fútbol para pasarse al baloncesto. Y a juzgar por los resultados no le fue mal, a pesar de un inicio titubeante en su carrera cuando llegó a Baskonia, donde inicialmente no debutó siendo cedido a varios equipos (entre ellos Olimpia coincidiendo con el padre de Doncic), luego su llegada la NBA para posteriormente volver a Vitoria durante el Lock Out del 2011. Ascenso fulgurante en Phoenix, MIP mediante, hasta lograr la machada en el Eurobasket 2017 (junto a Doncic hijo en esta ocasión). Un sueño americano nada fácil en sus inicios, en los que confesó que llegó a llorar, pero en el que seguro que ayudó la llegada de Zoran Dragic, pues en Miami y en Phoenix jugó junto a su hermano pequeño, y anecdóticamente en Arizona los dos llegaron a coincir en pista con los Morris, otra pareja de hermanos baloncestistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario