viernes, 22 de mayo de 2015

República Checa - Jan Vesely


Ya sabéis que siempre suelto el mismo rollo con las camisetas de selecciones y sus pobres diseños, obviamente no son clubs y no es el merchandising una de sus prioridades (tampoco lo es para muchos clubs). Si esto ocurre con combinados nacionales potentes como España o Usa, imaginaos lo que puede sufrir un coleccionista de camisetas de la República Checa ¿Opciones? Conseguir una usada en partido oficial por los jugadores, como fue mi caso. Con tan poca variabilidad es difícil situar temporalmente las camisetas, sin embargo, ésta se corresponde al Eurobasket 2013, casi idéntica a las que vistieron en los siguientes cuatro años en los torneos de 2015 y 2017. Volviendo al europeo de 2013, no tuvieron los checos una gran actuación, aunque tampoco se puede decir que tuvieran expectativas al ser un país poco acostumbrado a las grandes citas, sin embargo sacaron algo positivo, y es que comenzaban a triunfar grandes promesas como Satoransky y Vesely.


En ese Eurobasket, Jan Vesely ya era una de las grandes estrellas de Europa, militaba en los Washington Wizards sin pena ni gloria tras haber sobresalido con el último gran Partizan en 2010, junto a McCalebb lideró al equipo a la Final Four. El checo proviene de una familia deportista, padre y hermana dedicados al baloncesto y madre al volleyball, Jan heredó todas las aptitudes físicas necesarias para dedicarse al más alto nivel, y así fue, destacó en su país natal hasta que la red de ojeadores de los balcánicos lo reclutó a las órdenes de Vujosevic. Lógicamente, la llamada de la NBA no se hizo esperar, pero como muchos otros jóvenes europeos vio su carrera estancada allí, por lo que decidió unirse al proyecto multimillonario del Fenerbahce. En Turquía se ha convertido en una gran estrella, acaba de ganar el MVP de la Euroliga aún habiendo estado lesionado meses, y es un ídolo para una de las más aficiones más entregada de Europa. También lo fue en Partizan, y es que Vesely significa diversión en checo, no hay más que verlo volar para entenderlo.






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