A los aficionados de la selección no nos trae buenos recuerdos esta camiseta lucida durante el Eurobasket 2007. Veníamos con el subidón de ser campeones del mundo, organizábamos el europeo de ese año para el que estrenábamos una cutre mascota y el tema de Estopa; todo muy feliz hasta que llegó Holden y nos bajó a la tierra. Ya habíamos presentado en otras entradas del blog más camisetas de la selección, no destacan desde luego por su originalidad y/o capacidad para sorprender. Sin ir más lejos la versión del 2007 es calcada a la usada durante el mundobasket 2006 y sirvió de modelo para la de 2009, a la que tan solo se le añadió la franja amarilla en el pecho. Únicamente los juegos olímpicos cada cuatro años conseguían romper esa monotonía textil que parecía seducir a Li-Ning en sus diseños. Mismos colores (rojo-amarillo estilo bandera), misma publicidad, mismo logo... así que los únicos cambios apreciables entre torneo eran la fuente y la distribución del amarillo alrededor de la camiseta.
La selección me va que ni pintada para poder hablar de grandes estrellas de nuestro país, pero que jueguen en el Madrid y yo como seguidor blaugrana, soy un auténtico sufridor de Felipe Reyes. El pequeño de los Reyes parece que ha seguido los pasos de su hermano Alfonso pero a lo grande: canterano estudiantil, fichaje polémico con el eterno rival, carrera en la selección... Un auténtico bregador (Montes lo conocía como Espartaco) bajo los aros con una capacidad innata para el rebote ofensivo a pesar de sus dos metros pelados de estatura, tras su retiro será el máximo reboteador histórico de nuestro país. Felipe es uno de los estandartes de la generación de los Juniors de Oro que tantas alegrías no han dado, un jugador con una capacidad de trabajo y mejora sin igual, desde su comienzo ha fortalecido su pobre acierto exterior hasta el punto de lanzar triples (hasta de espaldas) con confianza, anotar tiros libres con seguridad o generar sus propios lanzamientos desde el bote.
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