Serbia - Milos Teodosic

No quiero sonar repetitivo, pero el mundo de las selecciones es así, repetitivo, valga la redundancia. Lo vimos con Turquía, pero Serbia es un ejemplo todavía más claro, la camiseta que veis en pantalla se usó durante el Mundial 2010... y 2014, de paso en los Eurobaskets del 2011, 2013 y 2015, un total de cinco competiciones con la misma prenda, simplemente con variaciones en la publicidad y en la fuente de la serigrafía. No era un inicio muy prometedor el de Peak (hasta entonces venían usando Kappa) con los balcánicos, hasta el 2016 no llegó el primer cambio de diseño, que tampoco era para tirar cohetes, y sigue vigente hasta la fecha sin previsión de cambios en el futuro. Estéticamente poco que mencionar, se seguía con la tradición de la antigua Yugoslavia donde se usaban los tres colores de la bandera, a pesar de ser tan simple siempre quedará grabada en la retina de los españoles por el infame triple que metió el mismo Teodosic en los cuartos de final del Mundial 2010.

También es repetitivo el caso del jugador de élite europeo que marcha a la NBA y regresa sin haber logrado colmar las expectativas: Navarro, Spanoulis, Jasikevicius... y Milos Teodosic. Uno de los bases más geniales que ha dado Europa en los últimos años, un talento que brilló en Serbia ya desde bien joven coronándose campeón desde categoría cadete, ser internacional tan precozmente le hizo vestir las camisetas de Yugoslavia, Serbia y Montenegro, y obviamente Serbia. Su premura tenía motivos: creció viendo una de las mejores generaciones de su país, el número 4 es en honor a Bodiroga; y su hermano Jovan, que también había iniciado la senda del profesionalismo en Metalac o MZT Skopje, obviamente a años luz del nivel de Milos que pasaría diez años en equipos como Olympiakos o CSKA. Y ese es uno de esos debes, ser uno de los bases de élite de Europa (llegó a ser nombrado como el mejor jugador fuera de la NBA en la GM Survey) y solo haber alcanzado un trofeo de Euroliga.