Estáis ante una de las primeras camisetas de los Lakers, pero no de Los Angeles, sino de Minneapolis. La fría ciudad de Minnesota es el origen de uno de los nicknames más famosos de la historia del deporte, y también sirvió como inspiración a uno de sus primeros diseños, porque MPLS es la abreviatura de Minneapolis. El año de estreno fue 1948, dos años después de su fundación, y se mantuvo durante una década, hasta 1958. Fueron buenos años, comandados por el primer gran dominador de la liga George Mikan, los minneapolitanos (sí, lo he mirado) conquistaron hasta cinco campeonatos con esta camiseta. El color era un claro homenaje a los lagos de la ciudad, así que obviamente lo dejaron atrás después de sus primeros años en LA, aunque la camiseta siempre ha sido una de las más exitosas de la franquicia, no es de extrañar que Nike la recuperara hasta en dos ocasiones en sus etapas como proveedor de la liga, en las temporadas 2001-02 y 2017-18.
Jugador profesional, actor, rapero, policía, comentarista, wrestler... son algunos de los oficios que ha desempeñado uno de los mejores pívots de todos los tiempos. Echando un vistazo a su carrera no cabe duda de que el baloncesto ha sido su única vocación, un cinco a la antigua usanza (solo metió un triple en toda su carrera) que hacía lo que quería en la zona. Además de destacar por sus números, Shaq también dejó marca en la liga como un auténtico showman, dejando por el camino anécdotas memorables como sus luchas libres brasileñas en el vestuario de los Suns o cuando dejó inconsciente a Gordan Giricek porque éste no le pasaba el balón. O'Neal supo usar toda esa fama que fue labrando en Hollywood y se rodeó de los mejores en cada incursión que hizo en otros trabajos, ya fuera en la música junto a leyendas como Method Man y Ice Cube, como en el cine junto a Nick Nolte. Por si fuera poco, ahora es un comentarista de éxito con una sección desternillante y vista en todo el mundo, Shaqtin a fool. Un nombre que le va como anillo al dedo.
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